jueves, 8 de septiembre de 2016







Orden Real de Heredom de Kilwinning
  Aug.·. y Resp.·. Logia-Madre Metropolitana
“San Andrés de Escocia N° 1”

Valle de Santiago de Chile

 

LA ESCALA FILOSOFAL
O
EL SIMBOLISMO DE LAS HERRAMIENTAS
EN EL ARTE REAL

 

 

Por ROBERT AMBELAIN

 



PRIMERA PARTE


INTRODUCCION







ROBERT AMBELAIN


LA ESCALA FILOSOFAL

O

EL SIMBOLISMO DE LAS
HERRAMIENTAS EN EL ARTE REAL


"La Ciencia Masónica es el espíritu informador de las Ciencias, es la Gnose en el sentido propio de la palabra, no se detiene en los fenómenos sino que se eleva hasta las esencias; de los atributos y de las cualidades infiere la naturaleza propia de los seres  y  de  las  cosas..."
(C. Chevillón: “El Verdadero Rostro de la Francmasonería").


A la memoria del Muy Ilustre Hermano
                     CONSTANT CHEVILLÓN
Soberano Gran Maestro Del Rito Antiguo y Primitivo de 
 Memphis-Misraim para Francia.
Asesinado por la policía política del Gobierno de Vichy el 26 de marzo de 1944.

A la memoria del Muy Ilustre Hermano
                        ANDRÉ DELAIVE
Gran Maestro de la Obediencia Autónoma de Bélgica del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis-Misraim.
Decapitado por el hacha de los nazis, en el patio de la prisión de Brunswick.

QUE EL ORIENTE. ETERNO LES ACOJA Y LOS "HIJOS DE LA LUZ" CONSERVEN SU RECUERDO.
"A aquel que venza,  le haré una Columna en el Templo de mi Dios, y ya no saldrá más..." (Juan: Apocalipsis 3-12).

Esta obra fue traducida directamente del francés por el Il:. Hno:. Carlos Francisco Blin, quien fuera el Gran representante de la Orden Martinista Iniciática de Francia en Chile, con Carta Patente del Il:. Hno:. Robert Ambelain. Digitalizada y revisada por Hnos. de la Orden Real de Heredom de Kilwinning, y del Rito de Memphis, Chile.

PREFACIO
El presente método de formación masónica reposa sobre la Tetractys alquímica de los Rosacruces de Oriente.

En una oportunidad aplicamos esta "clave"  iniciática para la formación moral y espiritual de los Quabalistas Operativos.

Una segunda aplicación, sobre el plano de la mística pura, fue entregada a los Martinistas deseosos de seguir la "vía interior" de Louis-Claude de Saint-Martin, el "filósofo incógnito".

Ahora proporcionamos una tercera aplicación, únicamente intelectual y moral, destinada a los Masones de las Logias Simbólicas. En otras palabras,  el camino que aquí seguimos es muy diferente a los anteriores. En la "Alquimia Espiritual" la aplicación de este esquema a la vía mística implicaba, en conformidad al uso alquímico mismo ("Ora y Labora"), la aplicación de la técnica de la oración según un método particular.

En la presente obra, por el contrario, sucede otra cosa. Las mismas "virtudes"  (del latín virtus, que significa fuerza) no tienen exactamente la misma significación,  ¡La FE masónica no es la FE religiosa! La vida en la Logia implica otras formas y otros usos para un Masón que la vía interior y solitaria del  iniciado Martinista.

Además, estrictamente, intelectual y moral, la formación masónica, comentada en esta obra, se interesa por las ciencias tradicionales y desarrolla facultades que no tienen tanto interés para un místico. En una palabra, el carácter universal de esta "clave" se refracta de maneras muy diferentes en estos tres métodos.

Sin embargo, el Masón espiritualista, por así decirlo, creyente, podrá  ulterior  y  útilmente  completar  la  presente  técnica, estrictamente masónica, por la otra, bien diferente, que se brinda en la obra precedente. Especialmente cuando llegue al grado, dentro de la jerarquía masónica escocesa, en que se enfrente al problema de la misteriosa "Palabra Perdida".

Porque el carácter universal de este esquema rosacruciano permite evidentemente aplicarlo a la solución de problemas iniciáticos muy diversos: alquimia  material,  alquimia  espiritual,  formación intelectual, moral, mística, etc.

Es en ello donde, encontramos justamente, su profundo valor.




INTRODUCCIÓN


"La Ciencia Masónica está por entero en el                               simbolismo de  las Herramientas..." (J.Corneloup,                                                                         Gran Comendador Honorario del Gran Oriente de   Francia).

Prefaciando la sexta edición de "El Hombre al descubrimiento de su Alma", del recordado C. G. Jung, el doctor Roland Cohén nos dice lo que sigue: "Uno de los horizontes más importantes que nos abre esta obra es el de las proyecciones. La proyección es ese fenómeno singular, singular pero original, por el cual un individuo imprime, sobre un objeto o un ser del mundo ambiente una tonalidad o tono psíquico que es, en propiedad y en verdad, un rasgo de una vida interior.  Se  ha  demostrado  que  la  proyección  es  de  igual importancia que la percepción. Hoy es necesario decir que el individuo tiene dos lazos que le unen al mundo: la percepción y la proyección, estos dos lazos que operar en dirección inversa son de igual importancia y también poseen una igual irracionalidad."

Más adelante nos precisa la naturaleza de los arquetipos estudiados por Jung:

"Los arquetipos son, en el plano de las estructuras mentales y de las representaciones, los corolarios dinámicos de lo que son los instintos  en  el  plano  biológico,  modelos  de  acción  y  de comportamiento". (C. G. Jung: "L'homme á la découverte de son ame", Payot éditeur, Paris 1963).

Lo que equivale a decir de qué manera la técnica milenaria de la Francmasonería  es  valedera,  a  la  vista  de  la  psicología contemporánea y de sus modos de actividad.

En efecto, constituir una Instrumentalia que reposa sobre una enéada emblemática (a instancia de los antiguos y tradicionales sistemas agrupados en el seno de la Gnosis) y atribuirles un simbolismo  iniciático  tan  coherente  como  sutil,  es  confiar completamente a los arquetipos la misión de aplicar, de una manera tan imprescriptible como inmutable, el método de Jung antes que este hubiera tenido la posibilidad de definirlo, es anticiparse en muchos siglos a la ciencia oficial en el dominio de la psicología aplicada.

Hemos dicho una técnica milenaria lo cual puede que asombre a los Masones y a los profanos, insuficientemente documentados, para quienes la Masonería Especulativa solamente, se remonta hasta el siglo dieciocho.  Nos  limitaremos a señalar ciertos hechos y documentos históricos que nos demostrarán, sin que quede la menor duda,  que  la  antigua  Masonería  Operativa  formada  por  los Compañeros carpinteros y talladores de piedra, poseyó siempre una interpretación iniciática de sus Herramientas. Es muy posible que muchos siglos antes de nuestra era ya existieran los Masones Aceptados, al igual que en el siglo XVII y XVIII, seleccionados en los medios intelectuales, y probablemente fueron los conductores ocultos de las corporaciones operativas que les habían otorgado su confianza.

Citaremos primero esta inscripción iraní, que tiene veinticinco siglos de antigüedad:

"Sométete a la Escuadra, a fin de servir. Una piedra que pueda encontrar  su  lugar  en  el  muro  no  será  jamás  inútil. . ." (C. W. Leadbeater: "Le cote occulte de la Franc-Maconnerie", Paris 1950)

En un gran edificio de la zona y de la primera región de Pompeya, en el curso de las excavaciones,  se descubrió,  en medio del triclinium, un mosaico que figuraba los emblemas masónicos de los pitagóricos. Este mosaico fue reproducido en la página 105 (figura IX) del segundo tomo del "Número Áureo", escrito por Matila C. Ghyka. Representa una rueda de seis rayos sobre la cual se paró una mariposa. Encima se ve un cráneo humano descarnado o calavera y, coronando el conjunto, más arriba, el nivel triangular, con su hilo a plomo. Si recordamos que la palabra griega psukhé es el sinónimo de alma como asimismo de mariposa, es comprensible que se haya colocado  a  la  mariposa  sobre  la  rueda,  símbolos  de  las transmigraciones. Además, sería conveniente agregar que el término psíquico se aplicaba, en el mundo antiguo, sobre todo en el seno de la Gnosis, a los profanos, ligados al mundo terrestre y material por sus imperfecciones y deseos. El simbolismo de este mosaico es evidente:  el  profano  (mariposa),  ligado  a  la  rueda  de  las transmigraciones, no se escapará de este ciclo sino por la muerte total (calavera), muerte que le integrará en el Pleroma inicial, simbolizado  por  el  Nivel, imagen  de  la  igualdad  original reconquistada, en otras palabras, se trata del Retorno a la Unidad Primordial.

En la misma época, encontramos esta frase insólita, debida al estilete de Platón, está en el Filebo:

"Lo que yo entiendo aquí por la belleza de las formas no es lo que el profano entiende generalmente por este nombre, sino aquello que reside en el sabio y juicioso empleo del Compás, de la Cuerda y dé la  Escuadra..."

Este simbolismo puramente iniciático de las Herramientas Masónicas, se  encuentra  en  una Escuadra  metálica descubierta  cerca de Limerick, en Irlanda y que lleva grabada la fecha 1517, que nos precisa aún más, en la inscripción que contiene, la perennidad de su significado:

"Me esfuerzo por llevar una vida amante y sabia, guiándome con el Nivel y la Escuadra..." (Citado por C. W. Leadbeater, en su libro "Le cote occulte de la Franc-Maconnerie", Adyar éditeur, París 1934).

Que pensar aún de esta misma Escuadra, siempre de metal, que se descubrió cerca de Mayence,  llevando la fecha 1546,  con una inscripción muy significativa:  "Custodi  animam meam",  o sea, "Guarda mi alma", segundo versículo del Salmo LXXXVI.

¿Es necesario recordar aquellas tumbas templarlas, sobre la piedra de las cuales la Cruz habitual se encuentra flanqueada, en uno de los  dos  ángulos  superiores,  por  una Escuadra,  asociando  el Instrumento de la Salvación y el símbolo de la Rectitud moral? (Citado por Louis Lachat: "La Franc-Maconnerie operativo", Figuiére éditeur, París 1934) .

Bernard Fay (el escritor antimasón que se ilustró durante, la ocupación alemana en la Biblioteca Nacional) afirmaba en una carta a Albert Lantoine, en 1930, haber tenido en sus manos, en los Estados Unidos, las pruebas de la existencia de- una Masonería Especulativa durante el siglo XV.

Que  la  terminología  masónica  en  este  dominio  (el  de  las Herramientas)  se relaciona con estos arquetipos,  evocados por C. G. Jung, es una realidad que. para probarla no necesitamos más que referirnos a los muy numerosos pasajes bíblicos, obra de la cual nadie negará su antigüedad, donde, se habla del Arquitecto, del Templo, de las Columnas, de la Cuerda, de la Regla, del Nivel, del Codo para medir, etc., considerados en sus aspectos celestes y no terrestres. Son pasajes demasiado numerosos para poder citarlos aquí. El lector que se interese encontrará estas citas fácilmente en no importa cual Diccionario Bíblico por poco importante que sea. Aportan eso si la prueba del interés del simbolismo masónico expresado en sus Herramientas tradicionales. Es decir, que todo esto justifica el presente trabajo. Es conveniente tener presente que la versión vetero-testamentaria que poseemos fue establecida por ESDRAS después de la cautividad de Babilonia y de memoria.

Para finalizar, precisemos que esta obra quiere ser estrictamente masónica, conforme a nuestras tradiciones pero, sobre todo, está en armonía con el pensamiento de quienes los codificaron hace tres siglos atrás: los Rose+Croix.

No es imposible suponer que se establecieron contactos entre las corporaciones judaicas y las de Babilonia.  Pero esto implica igualmente, relaciones entre la casta sacerdotal de Israel y estas mismas corporaciones judaicas. Y por tal camino volvemos a la existencia posible de "miembros aceptados" ya en Israel en esta época. Esto queda confirmado por la circunstancia de que todo israelita, comprendiendo también a los levitas y a los doctores de la Ley, debían practicar un oficio manual y, en consecuencia, pertenecer a una corporación, ¿Jesús no era acaso un compañero carpintero, e hijo de un compañero carpintero?

Esto significa que quien busque en ella los elementos de un materialismo cómodo y fácil, o de un ateísmo tranquilizante, tendrá que   cerrarla,   decepcionado.   Es   en   sus   significaciones rosacrucianas, altamente espiritualistas, que son analizadas aquí las nueve Herramientas de la Francmasonería Especulativa.

Pero,  para  ser  equitativos,  debemos  desilusionar  a  nuestros permanentes adversarios. Para ser espiritualista un Masón Libre no va por ello a Canossa o a Génova. En la época de la gran ofensiva antimasónica de 1934, que servía de preludio a las persecuciones y al pillaje desatado desde 1940 a 1944 (realizado en forma tan cómoda debido a la presencia del invasor alemán), un adversario de nuestra Orden escribió lo siguiente: “La Francmasonería es el hombre libre en su pensamiento y en su conciencia, que se forma por sí mismo su moral y que se la impone como un imperativo categórico..."  (Citado por Antonio Cohén y Michel Dumesnil de Grammont, antiguos Grandes Maestros de la Gran Logia de Francia, en "La Franc-Maconnerie Ecossaise", Figuiére éditeur, Paris 1934).

Que más bello homenaje, aunque involuntario, contenido en esta definición, tan exacta y proveniente de un adversario...

Retengamos solamente de esta declaración tan clara que, querer ser "libre en el pensamiento y la conciencia" es, a los ojos de este católico, un error imperdonable.  La oposición permanece pues, total, irreductible, entre, quienes quieren establecer la sociedad sobre principios absolutos y dogmáticos y aquellos que se rehúsan a imponer ninguna traba o impedimento a la introspección humana.

Toda organización religiosa (Iglesia, Judaísmo, Islamismo, etc.) se dice infalible y perfecta. "Pero, dirá el Masón cartesiano, ¿qué me prueba que constituís una Sociedad infalible y perfecta...?" Contestará la Iglesia: "Las Santas Escrituras, dictadas por Dios a tal profeta..." "Pero, en fin, responderá el Masón cartesiano, ¿qué me prueba que estas santas escrituras hayan sido dictadas por Dios mismo...?" "Pues yo misma lo pruebo, responde la Iglesia, porque soy una sociedad infalible y perfecta, así pruebo que ellos lo fueron..." "Pero, ¿qué me prueba que sois una sociedad perfecta e infalible...?" "Las santas escrituras, dictadas por Dios mismo, lo enseñan... ", etc.

El célebre  "Romance du Muguet",  que acunó nuestra  infancia, reposaba sobre silogismos muy parecidos a estos.

A menos que el próximo Concilio promulgue sabiamente la libertad de conciencia en una de sus próximas sesiones (lo que en verdad no ocurrió), dando también y finalmente un desmentido a las palabras del papa Pío XII: "¿La libertad de consciencia, ese delirio...?"

(Los anticlericales dirigen generalmente sus críticas sólo a la Iglesia Católica de Roma, pero son muy indulgentes con respecto al Islam, el Judaísmo o las Iglesias reformadas. ¡No dejamos también de criticarles! Hacia 1950, en Aden, un periodista árabe que rompió durante un día el ayuno Ritual de Ramadan, fue condenado a recibir sesenta latigazos, a la confiscación de sus bienes y a cinco anos de prisión. Había comido en público, a mediodía, un sándwich. Una condena tan severa equivale prácticamente a una condena a muerte. Y, sin embargo, en Europa nadie se inmutó por este - hecho.

En ciertos estados protestantes, ignoramos la secta exacta, de los Estados Unidos,  leyes arcaicas, dictadas hace tres siglos por emigrados puritanos, pudibundos, pretenden controlar la vida sexual más secreta de los matrimonios legítimos. Toda infracción a estas leyes, revelada, conocida y probada, arrastra hasta la justicia al hombre, y a la mujer culpable...
En Gran Bretaña, en los Países Bajos, toda infracción al reposo dominical  está sancionada por las leyes, que tienen en una categoría privilegiada a la religión del Estado.)


EL ARTE REAL
En el silencio del Templo, el mallete del Venerable da un golpe.

¿"De dónde, venís. Hermano mío"? "De la Logia de San Juan, Muy Venerable Maestro". ¿"Qué se hace en la Logia de San Juan"? "Allí se elevan Templos a la Virtud y se cavan Sepulturas a los Vicios".

¿"Qué venís a hacer aquí"?

"Vengo a vencer mis Pasiones, a someter mi Voluntad y a realizar nuevos progresos en la Masonería". ¿"Qué entendéis por Masonería"? "El estudio de las Ciencias y la práctica de las Virtudes".

Tales son las frases rituales del "Catecismo del Aprendiz" que figuran en un manuscrito clásico del siglo dieciocho: "Recopilación de la Masonería Adoniramita" y que son muy precisas y claras.

La Masonería es pues el arte de construir en sí mismo un hombre nuevo, en el cual las Virtudes se desarrollarán al máximo y los Vicios desaparecerán,  de manera inversa al desarrollo de las primeras.  Y  la técnica descrita  en la presente  obra reposa totalmente sobre, este principio.

Por una suerte de generación psíquica misteriosa, a medida que se despliega la clásica serie de las cuatro Virtudes Cardinales de la antigua escolástica medieval (Prudencia. Templanza, Justicia y Fuerza), se creará, en el subconsciente del Masón, una suerte de "clima" interior que favorecerá el génesis, desarrollo y despliegue de las tres Virtudes Teologales (Fe, Esperanza y Caridad). Y, a su turno, estas son generadoras de un "clima" superior análogo que, en el Masón, permitirá el génesis, desarrollo y despliegue de dos Virtudes  Filosofales: la  Inteligencia  y  la  Sabiduría.  Ambas constituirán el último y real despliegue de la Luz en el Masón que habrá, de esta manera, cruzado la frontera misteriosa que separa la Iniciación del Adeptado(iniciado deriva del  latín jnitium: comienzo,  principio.  Adepto deriva de adeptus: aquel  que ha adquirido. El Iniciado es el Compañero, el Adepto es el Maestro, el Aprendiz no es más que el Aspirante, del antiguo Compañorazgo.)

Paralelamente  a estas  elaboraciones  sucesivas,  en  el  Hombre Interior, de las facultades espirituales y morales, y también misteriosamente, nacerán las facultades que no serán más que la consecuencia práctica del proceso. La escolástica medieval les daba la denominación de  "dones".  Esta palabra proviene del  latín "donum", que tiene como sinónimo la palabra, también latina, de "facultas", que significa capacidad,  talento, medio, fuerza de acción, facultad. La influencia católica hizo predominar en la Edad Media, el término "don", que se subentiende "del Espíritu Santo". Observaremos, sin embargo, que la palabra Virtud deriva de la palabra latina virtus: fuerza, poder.

Y, ligadas a estas facultades por un simbolismo esotérico secular, nueve ciencias tradicionales aportarán al Masón, la materia prima general sobre la cual y por la cual se tratará de utilizar ese "arte  de  construir"  que  el  Catecismo  del  Aprendiz,  citado anteriormente, denomina tan acertadamente masonería.

Tales son las nueve Herramientas que permitirán al Masón construir en él un verdadero Templo Interior en el cual devendrá su propio "rey", según la feliz expresión de Louis Claude de Saint-Martin, el "Filósofo Incógnito" de la tradición martinista. (Se sabe. que. fue Louis Claude de Saint-Martin, uno de los creadores del Martinismo, quien dio a la Francmasonería del siglo dieciocho la célebre divisa: "Libertad. Igualdad, Fraternidad", que debía llegar a ser luego la de Francia.)

De aquí que a la Masonería Especulativa se le haya denominado en buena hora el Arte Real. y este término real deriva del latín regalis,  que ha dado lugar a la vieja palabra regalía:  otro sinónimo de real. El agua real es aquella con la cual se prueba el Oro, el rey de los Metales.

Pero, aquellos que están familiarizados con la misteriosa lengua de las aves es decir, con la quábala fonética, utilizada por los Alquimistas rosacrucianos de antaño, observarán inmediatamente como la palabra latina regula está muy cerca o es muy afín a regalis... En esta misma lengua latina, realmente, regula significa "regla. escuadra, principio, precepto, ley".  (Citado por Henri Goelzer: "Díctíonnaíre   Latin",   Garnier   éditeur,   Paris   1937. )   Y efectivamente, el principio de un estado, su ley, son formulados por su rey, en el mundo antiguo.

En esta forma, al practicar la Masonería, el Hombre es su propia Regla, se identifica con la Escuadra, deviene la misma Escuadra. Es por esto que los tres modos en que se enlaza la Escuadra (imagen del Hombre)  con el  Compás  (símbolo  del Gran Arquitecto  del Universo)  no  hacen  más  que  expresar  la  triple  etapa  de identificación de la primera con el segundo. Que los antimasones incorregibles  que  se  sobresalten,  al  leer  este  párrafo,  se tranquilicen  rápidamente,  la  teología  católica  conoce  una divinización progresiva del Hombre (claro está que a través de otro camino).

A esta regla la encontraremos en el curso de estos estudios acerca del simbolismo de las Herramientas. Comprenderemos por qué razón la Masonería Especulativa del siglo dieciocho, y los Rosacruces, sus codificadores,  substituyeron la regla por un "Libro Sagrado", compendio de principios y leves morales.
Pero comprenderemos también por qué,  en una época que cubre seiscientos años, desde el Concilio de Tolosa de 1229 hasta la Revolución Francesa (sin tomar en cuenta el período del Edicto de Nantes),  ningún  laico  podía  poseer  el  Antiguo  y  el  Nuevo Testamento, por ello los Masones operativos se limitaron a asociar la Regla y el Compás con la Escuadra más bien que con un libro. . .

¿Cómo podrían haber procedido de otra manera cuando la mayoría de las personas no sabían leer? Los Evangelios o el Antiguo Testamento no eran accesibles sino en la forma de manuscritos, tan raros como costosos.  Tampoco  la  invención de  la  imprenta  favoreció  un mejoramiento en esta situación. Las Biblias impresas eran raras, caras, voluminosas. Si su posesión y su lectura eran accesibles a las gentes instruidas y de fortuna, no era este el caso en los Estados  totalmente dominados por  la Reforma.  En cambio,  las naciones católicas (Francia, Italia, España, Alemania, Austria) estaban obligadas a respetar la prohibición romana, formulada y apoyada por el brazo secular.

Agreguemos que la Masonería Operativa tenía una doble razón al preferir la Regla en vez de la Biblia. Desde, luego, asociada la Regla al Compás y a la Escuadra, dispuestos los tres de una cierta manera, permitían realizar las operaciones más secretas de la Maestría, especialmente la orientación de los monumentos y esto no se podía hacer ni con el Libro más sagrado en reemplazo de la regla. No olvidemos que la brújula, por conocida que haya sido por los Cruzados, fue un instrumento muy caro durante siglos y que en una época en que la instrucción no era obligatoria, en que no existían libros, diarios, ni radio, ni televisión; el pueblo, la burguesía y la nobleza, permanecieron durante siglos privados del conocimiento  científico  más  elemental.  En  vísperas  de  la Revolución, son numerosos los hijos de la nobleza que no saben ni leer ni escribir en el momento de su matrimonio.

Un segundo aspecto del interés que los Maestros de Obra y los Compañeros podían tener en la Regla, estaba en que representaba un instrumento de medida y que algunas de estas permanecieron secretas por cerca de cuarenta y cinco siglos aproximadamente. Ciertas medidas  esotéricas  llevan  a  subentender  la  existencia  de conocimientos que en gran parte eran el privilegio de un muy pequeño grupo de iniciados. Veremos de qué se trata de inmediato. Pero, independientemente de su rol de instrumento de medición, la Regla, dispuesta sobre el Compás y la Escuadra de cierta manera, implicaba el conocimiento de los elementos de Adivinación y de Magia provenientes de- China, a través de los Indios, los Griegos, los Árabes y los Persas. Y esto implicaba un secreto  aún más severo si recordamos las consideraciones dirigidas en contra del Compañonazgo por las diversas Universidades. No olvidemos que la "Muy Santa Inquisición" condenaba sin o ir ni interrogar, a menos que fuere necesario recurrir a la tortura y que el brazo secular seguía al brazo sacerdotal una vez que se cerraba la investigación. Si bien la Inquisición nació en el siglo XI, es desde el siglo IV que el Emperador Graciano, uno de los sucesores de Constantino, autorizó  la  pena  de  muerte  para  los  heréticos,  gnósticos, hermetistas, platónicos, pitagóricos, etc.

Pero, si se quiere admitir que del conocimiento de estos elementos de Adivinación y de Magia, implicados por ciertos simbolismos de la Regla,  colocada sobre el Compás y la Escuadra,  derivaba una doctrina metafísica absolutamente extraña a la tradición cristiana banal y, por esta circunstancia, se justificaba la prohibición de estas ciencias, se comprenderá la razón por la cual los raros iniciados que guiaban a la Masonería Operativa de estas épocas tuvieron que sujetarse al secreto más absoluto sobre el particular. (Una tradición de la Edad Media refiere que el obispo alemán de. Rhinland, habiendo logrado aprender del hijo de un Maestro de Obra lo esencial de ciertos ritos y operaciones secretas que habían sido realizadas a  medianoche, dos días antes, sobre el taller de cantería de una nueva catedral, por los Compañeros Constructores, fue misteriosamente asesinado dicho obispo unas horas más tarde. Sin duda que la imprudencia del joven ponía en grave peligro la libertad y posiblemente la vida de estos Masones Operativos).

En consecuencia, la Regla es el emblema de este Arte Real que constituye a la Masonería Especulativa y veremos pronto que la Alquimia es su esquema de aplicación en los planos espiritual, moral e intelectual.

La tradición secular del secreto,  que constituye el elemento esencial incluido en el juramento masónico, ese secreto que irrita tanto a nuestros adversarios, arranca de la aplicación de las palabras de las Escrituras: "Si es una cosa honorable, revelar y proclamar las obras de Dios, es conveniente conservar oculto el Real Secreto..." (Tobías: XII-7).

Independiente de lo que piensen desde luego los mismos Masones, este Secreto existe. Se. refiere a diversos aspectos del pensamiento y  de  los  conocimientos  esotéricos,  como  asimismo  a  ciertas aplicaciones  de  estos  últimos.  Constituyó  una  de  las  armas esenciales de la Rosa Cruz en el siglo XVII. ¡Y aún se conserva!


Finalmente no vemos por qué razón el juramento de secreto del Masón había de ser inmoral cuando el obispo, al comienzo de su ceremonia de consagración como tal, presta un juramento canónico idéntico: "En lo que concierne a lo que en secreto me hayan confiado (los Papas), por sí mismos,  por intermedio de sus Nuncios,  o por escrito,  prometo no revelarlo a nadie para su perjuicio..." (Párrafo 2 del juramento, que está constituido por 12 cláusulas).

continùa...

+Eques ab Aquila Coronata